CIEN DÍAS DE PANDEMIA, SUS EFECTOS Y ALCANCES

Rafael David Cuello Ramírez

El 19 de diciembre de 2019, al otro extremo del mundo, en la ciudad de Wuhan -China-, comenzó a aparecer un brote infeccioso en sus pobladores: el CORONAVIRUS. ¿Que era? ¿Cómo se manifestaba? ¿Cuáles eran las consecuencias por contagiarse? ¿Cómo se trataba?; en fin, decenas de interrogantes y especulaciones alrededor de este virus.

Con los días, sucedió lo que se presagiaba, con las fronteras aéreas, marítimas y terrestres abiertas, y conviviendo en un mundo globalizado, el contagio se propagó por el mundo. Algunos gobernantes y sociedades lo menospreciaron y hasta ridiculizaron sus efectos y grado de peligrosidad (Italia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Brasil, Nicaragua e incluso México); los resultados, transcurridos ya más cien días de su llegada están a la vista: millones de infectados (10.700.000) y recuperados (5.480.000), cientos de muertos (516.000), hospitales y clínicas colapsadas, millones de desempleados y las economías de la inmensa mayoría de las naciones problematizadas, tal vez, con la excepción del capital financiero y la Banca a quienes no les afecta ni tienen que ver con la pandemia, siguen enriqueciéndose con las gabelas de los gobiernos -caso Colombia- y “chupándole la sangre” a los usuarios.

EL GOBIERNO A SUS ANCHAS

El actuar dictatorial del Presidente Duque, quien amparado en la figura de la emergencia gobierna a través de decretos que expide a diestra y siniestra (115) sin ningún control político o constitucional de parte del Congreso de la República y la Corte Constitucional respectivamente. En este contexto y bajo la floja “tesis” esgrimida desde el inicio de la pandemia del Coronavirus de la falsa disyuntiva SALUD vs ECONOMÍA, hoy destapada como una artificiosa dicotomía por cuanto todos sabemos que la economía carece  de sentido si no está al servicio de la vida; y decimos artificiosa por cuanto ha quedado demostrado que el interés primordial del Gobierno es garantizarle al capital financiero, la banca, los empresarios y las transnacionales seguir operando e incrementando sus  ganancias no importa que sea al altísimo precio de la vida de los seres humanos.

Lo anterior quedó más que demostrado con la puesta en marcha del día sin IVA el pasado 19 de junio; los resultados, los esperados, cientos de contagiados. Una jornada sin IVA que solo beneficia a las cadenas de almacenes internacionales con artículos importados y a la banca en las compras en línea, mientras la pequeña empresa continúa desprotegida de las políticas económicas nacionales.

La espiral de contagio seguirá incrementándose vertiginosamente con las dos próximos jornadas sin IVA -3 y 19 de julio- a pesar de la crítica y llamados de atención de la prensa internacional (New York Times, Washington Post, Financial Times, Time, The Guardian, Le Monde, El País, la BBC de Londres, entre otros), el señor Duque, cual emperador autista, sigue en su línea de autocracia, se lava las manos, como Pilatos, culpabilizando a los gobiernos territoriales por los agolpamientos de gente el día sin IVA y continúa con su accionar.

LA SITUACIÓN DE LA EDUCACIÓN.

La cruda verdad, la pandemia tomó al mundo desprevenido en todos los sentidos, y lógicamente aún más a los países denominados en vía de desarrollo.  

Un presidente gobernando a punta de decretos con la impronta intencionada de  favorecer a los empresarios y el capital financiero y no la prevención y adecuación del territorio nacional en materia de infraestructura sanitaria para enfrentar las consecuencias del Coronavirus y la defensa de la vida.

Por lo menos en el área de educación pública, las normas expedidas, sus contenidos y la práctica de su implementación poco impacto han tenido, el gobierno Duquista ha venido dando tumbos; primero decretó vacaciones, luego reversa y ordena a las Secretarías de Educación    Territoriales exigirles a los docentes-directivos y educadores implementar y pasar “como por arte de magia” de la educación presencial a la virtual -educación en casa-, como si las dos fuesen lo mismo y ahora la fórmula extraída del cubilete, el Aislamiento Preventivo Inteligente con “alternatividad y presencialidad asistida o alternancia”.

A la fecha, el balance en esta materia de “la educación en casa” es aceptable, los maestros colombianos a pesar de la falta de preparación y capacitación en educación virtual y telemática, con ahínco y responsabilidad han venido superando todas las dificultades y le han dicho a los niños y a los jóvenes presente, aquí estamos con Ustedes.

Siguen pendientes los problemas de conectividad existente tanto en zonas urbanas como rurales, la falta de elementos como computadores, tabletas, celulares, etc, y sí a ello se suma el fenómeno de la corrupción que también permea a muchos mandatarios regionales y seccionales y algunas secretarias de educación, imagínense el panorama. Con y en estas condiciones, los maestros culminamos el semestre académico y nos dispones a reiniciar labores.

Mientras los colombianos tenemos estos inocultables problemas y preocupaciones, en la mayoría de países europeos los niños no perdieron clases, no tienen inconvenientes de conectividad, ni transporte, alimentación escolar o recreación; asisten en promedio 10 estudiantes en presencialidad, dominan y hablan tres idiomas, y su problema a solucionar hoy no es si tienen o no conectividad, si hay muchos alumnos o no y sí comieron o no; el asunto a resolver gira en torno a cuál debe ser el modelo pedagógico a implementar para que los niños socialicen, ¡qué paradoja!, he ahí lo que se llama Estado de Bienestar.

LA VOCACIÓN DEL SER DOCENTE

Por responsabilidad pero sobre todo por convicción los maestros nos debemos a los niños y a la educación. Esta fue la profesión que escogimos y defendemos y, por ende, estamos dispuestos a asumir nuestra responsabilidad.

Jamás nos negamos ni nos negaremos a volver al aula regular para reencontrarnos con la alegría y compañía de ellos; los niños, los jóvenes, los compañeros de profesión y los trabajadores.

Nuestra disposición manifiesta la expresamos públicamente, siempre y cuando el gobierno cumpla con lo que le corresponde, es decir, adecuar las instituciones educativas acorde con los protocolos que se requieren para prevenir el Coronavirus:

✔ Aplicación de las 10 recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud -OMS-,

✔ Adecuación de un nuevo calendario escolar,

✔ Reorganización de los contenidos curriculares,

✔ Un nuevo cronograma de actividades,

✔ Unos horarios flexibles acorde con la realidad pandémica,

✔ En tanto los colegios hoy están atiborradas de alumnos (promedio 40/50 estudiantes), adecuar la presencialidad en el aula por  días, número de jornadas y horas acorde con el número de alumnos (máximo 10-12) y distanciamiento físico requerido,

✔ Es decir, la jornada de la I.E. tendrá que adecuarse y organizarse de tal forma que los estudiantes

✔  puedan asistir a clases entre las  6.20 a.m. y las 6 p.m. en jornadas de dos o tres horas por grupos, cursos, áreas y días,

✔ Garantizar agua potable en las escuelas, el aseo de las baterías sanitarias varias veces al día, instalar agua y lavamanos con jabón líquido antibacterial proporcional al número de personas que estarán por jornada y tarea;

✔ Fumigación, asepsia y desinfección de los salones, sanitarios, tableros, escritorios, pupitres, interruptores de la energía, puertas, manijas, computadores, material didáctico, laboratorios y demás sitios e instrumentos que se usen durante la actividad escolar,

✔ Las  medidas de prevención a la entrada a la Institución Educativa en cuanto a la desinfección de ropa, zapatos y demás objetos personales,

✔ Pero de igual forma, algo de suma trascendencia: el testeo de todas las personas al momento del ingreso a las instituciones educativas a cargo de los equipos de las secretarías de salud del ente territorial,

✔ Todo lo anterior también juega para lo atinente al trasporte escolar y el proceso del Plan de Alimentación Escolar -PAE-,

✔ El Ministerio de Educación como Gobierno Nacional y las autoridades territoriales, garantizarán la dotación de tantos juegos de tapabocas, máscaras, guantes, geles u otras sustancias desinfectantes y termómetros de testeo como se requieran en cada Institución Educativa en correspondencia con el número de  personas que laboren en ellas durante el tiempo que exista la emergencia (docentes directivos, maestros, alumnos, personal administrativo, de servicios generales y vigilancia), acorde con las orientaciones protocolarias del Ministerio de Salud.

Sí estos requerimientos se dan y atendiendo a las estadísticas y censo de edad y comorbilidades del magisterio y el aval de los padres de familia, niños y jóvenes, pueden estar seguros que volveríamos al aula regular.